El hidróxido de aluminio y magnesio es uno de los antiácidos más usados para aliviar malestares estomacales. ¿Sabías que también puede actuar como laxante suave? En este artículo te explicamos para qué sirve, cómo se toma y cuándo es mejor evitarlo para que lo uses de forma segura y efectiva.
¿Qué es el hidróxido de aluminio y magnesio?
Es un compuesto utilizado como medicamento antiácido. La combinación de hidróxido de aluminio y hidróxido de magnesio actúa neutralizando el exceso de ácido en el estómago, lo que lo hace útil para tratar molestias como la acidez, el reflujo o la indigestión. También puede tener un efecto laxante suave, dependiendo de la dosis y presentación.
¿Para qué sirve este compuesto en medicina?
El hidróxido de aluminio y magnesio se utiliza para:
Tratar acidez estomacal o agruras.
Reducir síntomas de reflujo gastroesofágico.
Aliviar la indigestión o malestar estomacal por alimentos pesados.
En algunas presentaciones, también ayuda a aliviar el estreñimiento leve.
Es comúnmente recetado como tratamiento de corto plazo o complemento en casos de gastritis leve.
Principales beneficios digestivos del hidróxido de aluminio y magnesio
Neutraliza el ácido gástrico rápidamente.
Alivia la sensación de ardor en el pecho y garganta.
Protege la mucosa gástrica en pacientes con irritación estomacal.
Puede usarse como antiácido suave en casos de alimentación inadecuada.
Algunas fórmulas ayudan a evitar la hinchazón y gases.
Diferencia entre antiácido y laxante: ¿cuándo aplica cada función?
El efecto antiácido se debe al hidróxido de aluminio, que reduce la acidez estomacal.
El efecto laxante suave se relaciona con el hidróxido de magnesio, que aumenta el contenido de agua en el intestino.
Dependiendo de la proporción de ambos componentes, el producto puede inclinarse más hacia uno u otro efecto. Algunas marcas incluyen además simeticona para reducir gases.
Cómo tomar hidróxido de aluminio y magnesio correctamente
Dosis habitual en adultos: 5 a 10 ml (una cucharada), entre comidas o antes de dormir.
Presentación en tabletas o cápsulas: generalmente se toma una o dos según indicación médica.
No se recomienda exceder 3 dosis diarias sin control médico.
Siempre debe tomarse con agua y nunca por más de 2 semanas continuas sin supervisión.
¿Se puede tomar en ayunas o después de comer?
Después de comer: ideal para controlar el reflujo postprandial o sensación de pesadez.
En ayunas: no suele ser necesario, salvo en indicaciones específicas para protección gástrica.
En caso de gastritis leve, suele tomarse entre comidas para mantener el pH estable.
Efectos secundarios más comunes
Aunque es bien tolerado, algunos efectos secundarios pueden incluir:
Estreñimiento (por el aluminio).
Diarrea (por el magnesio).
Náuseas leves o sensación de hinchazón.
Alteración en la absorción de otros medicamentos.
Si se presentan efectos prolongados o intensos, es importante suspender el uso y consultar a un médico.
¿Quiénes no deben tomar este medicamento?
Este medicamento no es recomendable en:
Pacientes con insuficiencia renal.
Personas con niveles altos de magnesio o aluminio en sangre.
Casos de estreñimiento crónico o diarreas frecuentes.
Embarazadas y lactantes sin indicación médica.
Tampoco debe combinarse con ciertos antibióticos (como tetraciclinas) sin control profesional.
Presentaciones comunes y nombres comerciales en México
Puedes encontrarlo en diversas farmacias del país como:
Farmacias Similares (genéricos y con simeticona).
Farmacia Guadalajara (líquido o tabletas).
Farmacias del Ahorro y San Pablo.
Recomendaciones finales para un uso seguro
No lo uses como tratamiento prolongado para gastritis crónica.
Lee siempre la etiqueta y revisa si contiene simeticona u otros activos.
Consulta a un médico si necesitas usarlo más de una semana.
Evita automedicarte si estás bajo tratamiento médico, especialmente si tomas otros fármacos gástricos o antihipertensivos.
Conclusión
El hidróxido de aluminio y magnesio es una opción segura y eficaz para aliviar malestares digestivos leves como acidez, reflujo o pesadez estomacal. También puede actuar como laxante suave si se toma en ciertas dosis. Sin embargo, su uso debe ser puntual y responsable, evitando automedicación prolongada. Si tienes dudas o síntomas persistentes, consulta con tu médico para recibir el tratamiento más adecuado.
